Arima Guitars Verified listing

ARIMA significa alma en euskera -la lengua de la tierra de donde vengo-. Tener alma es lo que marca la diferencia a la hora de comparar una guitarra artesanal con otras construidas en producción masiva. Esto se debe al luthier, que pone una parte de sí mismo en cada una de sus obras, que se refleja no solo en el sonido, sino también en la esencia del instrumento final.

Las guitarras ARIMA son únicas, íntegramente hechas a mano por una sola persona -Iker Rodríguez- que cuida cada detalle en el proceso con el fin de satisfacer las necesidades del músico.

Desde mi punto de vista cada guitarra debe ser única y para ello es fundamental conocer las necesidades específicas del cliente. Por esa razón, considero que la artesanía no es un proceso exclusivo de un artesano, ya que la retroalimentación del jugador es muy importante para lograr ese objetivo. Por eso me mantengo en contacto con mis clientes hasta que consideremos que tienen el instrumento que buscaban.

Siempre que me enfrento a un nuevo proyecto, lo primero que pienso es en el intérprete, que tiene que sentir la guitarra como si fuera una extensión de su propio cuerpo. Para ello, me parece fundamental conseguir un equilibrio entre sonido, jugabilidad y estética.

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ARIMA significa ALMA en euskera, la lengua de mi tierra, y tener Alma es lo que diferencia a una guitarra artesanal de una guitarra built en serie, puesto que un instrumento de luthier lleva inserto en él un pedazo de su constructor, una parte inmaterial que queda reflejada tanto en su sonido como en la esencia del instrumento.

Las guitarras ARIMA son únicas, fabricadas totalmente a mano por mí, Iker Rodriguez, cuidando hasta los más mínimos detalles para, así, poder atender las necesidades de cualquier tipo de músico.

Soy de la opinión de que cada guitarra debe ser una pieza única y para poder conseguirlo considerado imprescindible conocer al cliente y entender lo que quiere y busca. Por ese motivo, pienso que el proceso de construcción de una guitarra no es labor exclusiva del artesano, sino que es un trabajo llevado de manera conjunta entre el luthier y el cliente, a quien me gusta hacer partícipe de todo el proceso constructivo.

Mi principal objetivo a la hora de afrontar la construcción de una nueva guitarra, es que la persona que la tenga en sus manos la sienta como una extensión suya, como una herramienta de inspiración y creación de música, en la que el equilibrio entre sonido, comodidad y estética debe ser fundamental.

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ENGLISH

ARIMA means soul in Basque -the language of the land where I come from-. Having soul is what makes the difference when comparing a handcrafted guitar with others built in mass production. This is due to the luthier, who puts a part of himself in each of his works, which is reflected not only in the sound, but also in the essence of the final instrument.

ARIMA guitars are unique, entirely handmade by a single person -Iker Rodriguez- who takes care of every detail in the process in order to satisfy the musician's needs.

From my point of view, each guitar must be unique and for that it is essential to know the specific needs of the client. For that reason, I consider that craftsmanship is not an exclusive process of a craftsman, since the player's feedback is very important to achieve that goal. That is why I keep in touch with my customers until we consider that they have the instrument they were looking for.

Whenever I face a new project, the first thing I think about is the player, who has to feel the guitar as if it were an extension of his own body. To achieve this, I think it is essential to strike a balance between sound, playability and aesthetics.